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Molly' s Bloom blog

así pues podrían lo mismo tratar de impedir que el sol saliera mañana

He borrado este artículo.

y yo tampoco

Y con Peiper también hablo de sexo. Le pregunto que cuál es el libro que ha leído últimamente y me dice que han sido tres: 'Cuentos para pensar' de Bucay, 'Genoma' de Matt Ridley y 'Nacho Vidal'. Nacho Vidal me suena a un tipo que la tiene muy grande, le digo yo que le he puesto a prueba y le escribo todo esto y lo que llevamos hablado con una mistral de tamaño mísero pero ante la que él no protesta (no gorguta que diría mi abuela), y eso me gusta de él, me gustan las personas que soportan con paciencia que se les toque los cojones, intuyendo que es eso, solamente eso, una manera de decidir si el tiempo merece o no la pena.

- Si, es un actor porno (dicen que ahora el mas famoso del mundo) nacido en Mataró. Es su biografía. El tamaño de su pene es superior al de un vaso de cubata. Nunca habia leido la vida de alguien asi

- ¿Y alguien ha encontrado ya tu punto 'G'? - le pregunto

- La pregunta es : ¿alguien lo ha buscado?. Diría que no

- Yo no sabía ni que existía hasta hace un par de días... quizás ellos o ellas tampoco lo sepan


Y Peiper me contesta que él ha oído decir que en el hombre está en la vía rectal. Y yo le digo que sí, y que creo que yo ahora, por lo menos, ya sabría cómo dar con él. Y entonces él me pregunta si se lo he encontrado a algún hombre y le repito que no, que sólo sé de su existencia desde hace un par de días y que al que se lo conté no me apeteció encontrárselo


Y es verdad, se lo expliqué a mi marido con pelos y señales. Le dije cómo tenía que doblar las piernas, cuántos dedos tenía que introducirse por el culo, cómo debía de masajearse esa protuberancia a unos cinco centímetros del orificio de entrada y en dirección al pene... pero él no mostró demasiado interés y me puso como excusa lo de sus almorranas. ¡Mentira!. Creería que luego alguien podría llamarlo maricón o algo así. Aunque luego a la hora de la comida se acordó de una escena que había visto en la que a Jorge Sanz, Victoria Abril le metía un un pañuelo por el culo mientras él se corría de placer. Fue en 'Amantes' de Vicente Aranda y a mi marido Victoria Abril le 'pone', le pone mucho y me lo recuerda, siempre lo hace y yo le digo que a mí Jorge Sanz se me parece a otro Sanz, a Alejandro (incluso por la voz) pero entonces en quién pienso es en Dalma, porque también es joven como lo era él en aquellas escenas y se parece a Jorge Sanz pero no es tan guapo. Es que a mí no me gustan los guapos y me imagino metiéndole un par de dedos envueltos en un paño de seda roja por el culo mientras le susurro al oído todas las cosas imposibles que me apetecería pervertir en él. Y antes he leído en una página de curiosidades que precisamente la escena del pañuelo fue idea del propio actor. Y me encanta el erotismo de alacranes que se destila de todo el film y de la palabra amantes. A-M-A-N-T-E-S. A-M-A-N-T-E-S. Lo repito y es tu sabor lo que me estalla ahora en la boca, en el nacimiento de la garganta, como un vino de Toro y cuando contesto al teléfono compruebo que me he quedado ronca porque te deseo. Y pienso que me gusta tanto la palabra amantes como la palabra Penumbra o como me gusta chuparla cuando me siento cómoda, como me gustó chupártela a ti.


Y Peiper dice: curioso giro de la entrevista, de libros al punto g. Veremos como sigue ... y hemos hablado de cómo deberá encontrarle ese punto quién tenga que buscarlo en él mientras le hace una felación . Y él sé ríe y dice: 'vaya, si que nos lo ponen escondido jajajajaj maldita naturaleza jajajajaja'. Y yo hace rato que le escribo en una comic sans de un tamaño muy agradable porque me cae bien y sobre todo porque ha sido paciente conmigo y me siento bien y yo también sonrío como si hubiera tomado manzanilla porque él me ha aceptado tal como me estaba mostrando. No ha intentado clavarme banderillas como quién se está encerrado con una vaquilla sobre la arena y el ruedo de la plazoleta pequeña de un cortijo. Y le digo que el suyo está tan escondido como el nuestro y entonces él se pasa al terreno de las confidencias y me habla de una chica y eso no me parece bien contarlo por aquí y hablamos de la masturbación y él me pregunta el por qué yo necesito hacerlo, ¿acaso no estoy con nadie?. Y la respuesta es muy simple: 'Bueno -le digo, yo me masturbo porque necesito tener orgasmos físicos y psíquicos y los necesito a menudo... no puedo esperar a estar con alguien para eso... y cuando lo estoy pues no busco el orgasmo, busco el placer

Y entonces me acuerdo de otro Tomás, de un Tomás que era médico y de aquella chica que estaba con él sobre al alfombra y pienso que contra lo que me rebelo no es contra ti, sino contra esas puertas que me niegan el acceso al territorio de tu memoria poética.

un beso.

ah eso ellos no saben

pues lo he hecho ahora mismo cuando eran las doce y veinte del mediodía busqué su número y lo hice pero no desde el mismo teléfono que él conoce y escribo esta mañana no puedo dejar de preguntarme lo que habrá sido de aquella Paz

el que lo hizo todo

Y ya me he lavado los dientes (he completado el tratamiento de forma escrupulosa) y es muy tarde, tan tarde que no me apetece fregar el suelo de la cocina para borrar el olor a quemado del aceite de las paredes. Se me fue la olla y durante dos horas la freidora se quedó friendo nada dentro al máximo. La verdad es que no entiendo muy bien el mecanismo del olor (¿por qué si se trepa por las paredes se desvanece al fregar el suelo?), y ayer la cosa al parecer iba de quemaduras: la de la espalda es peor de lo que yo pensaba y molesta, así que durante días sólo tendré el recurso de las bolsas de frío para paliar el dolor

Pero a pesar de que es tan tarde he pensado en él una vez más, en la excesiva dureza con la que me parece que trato a la persona que me comunica el paradero de mis bragas y en lo que me ha contado Candela, y si conmigo coincide... por qué no habría de hacerlo con él y me parece una buena manera de restaurar la dulzura. A veces se me escapa de las manos pero eso tú ya debes saberlo.

Las personas del grupo A son metódicas, afables y sosegadas, aunque un poco egoístas. Las del grupo B(o sea como yo) son apasionadas, e independientes e impacientes. Las AB son prácticas y honestas, pero implacables, las del grupo O son idealistas y sexys pero insconstantes. Un beso (fdo. molly bloom)

Y esta vez el mensaje se ha partido en dos y recuerdo vagamente que durante un tiempo de mi vida no sé por qué razón a mí me dio por preguntarle lo del grupo sanguíneo a la gente, pero creo que lo hacía con fervor, tal vez porque había escuchado algo así como eso en aquellos programas nocturnos de radio a los que era adicta y esto también coincide porque fue en el verano en que te conocí. Y en realidad cuando he pensado en 'él', sólo he pensado en que el propietario del móvil de empresa fuera ese joven que el otro día palidecía frente a mí. Aún tengo recuerdos como cajas y cosas que de repente me doy la vuelta y me encuentro y no sé cómo o dónde colocar, y ya parece que llevo mudándome una eternidad.

Y luego, esta mañana, he consultado lo de los incunables... y se llaman incunables a los libros que fueron impresos antes de la arbitraria fecha de 1500 y he leído algunas cosas curiosas sobre ellos, por ejemplo que la letra continuaba siendo gótica para imitar en lo posible a los manuscritos a los que estaban acostumbrados aquellos hombres del siglo XV y que las inciales se dejaban en blanco con el fin de que fueran realizadas más tarde por especialistas y por ese motivo no es difícil encontrar incunables dónde las inciales no llegaron a ponerse nunca. Y he vuelto a pensar en Tomás, el monje filólogo de clásicas y la poca atención que presté por aquella época a sus conocimientos y se me hace un batiburrillo en la mente de malas memorias y preguntas. Y las imagenes de aquella mujer, ¿cómo se llamaba?. Paz, sí, así se llamaba, se me alean con palabras antiguas y saberes ignotos: códices, libros encadenados, restauración, pergamino, caligrafía, amanuenses... atractivos términos que me seducen y coordenadas geográficas, Santo Domingo de la Calzada, Silos, Valdedios y lo lamento muy especialmente, aunque sin cilicios ni penitencias, y lamento no haberle prestado más atención aquel tipo que mientras traducía la biblia de no sé dónde ... para el arzobispado de ... y se le acababan los plazos se iba enamorando de mí y con el que yo no supe sino ser cruel y he pensado en ponerme en conctacto con él de nuevo y ... no precisamente para pedirle disculpas porque no me arrepiento de haberle utilizado... Bueno, que no quiero profundizar en ello ahora. Un beso.

antes de que hubiera nadie

Pero antes de hablar de las estrellas y de recordar a aquel poeta, antes de que Peiper estuviera ahí, ni Peiper ni nadie, porque yo me mantenía en un silencio obstinado, he vuelvo a abrir el cajón de la cómoda en busca de un nuevo tanga, ese que no me gusta por el color dominante, un verde pistacho bordeado en rosa ciclamen y con el triangulito de la parte trasera en azul soleado. Venía con los otros de regalo. Nadie va a echarme para atrás, pensaba. Lo probaré de nuevo hasta que lo perfeccione. Otro rotulador indeleble, este de color azul y un nuevo hombre (entrecomillas) en mente. ¿Por qué no darle otra oportunidad a 'I'?. Y escribo de nuevo el teléfono y unas letras tan legibles como soy capaz sobre el algodón mezclado con lycra de la tela. 'Si está usado (USADO) y si soy PERVERSA (un poquito)'. . Se lo meteré en el buzón del portal cualquier día de estos por la mañana cuando esté en el colegio. Pero... un momento... 'I' frecuenta el bar de los amigos de Alfredo, de ese otro Alfredo que no es aquel poeta de la playa, y Alfredo, el Alfredo de la plantación de María, conoce todos mis números de teléfono. Así que estas bragas no pueden ser para 'I' porque no quiero que sea Alfredo quien me llame. Bueno es igual, ya pensaré lo que hago con ellas pero necesito otro tanga. De acuerdo, ese que es cómo de adolescente y que me está tan apretado, el de las flores de colorines y le doy la vuelta y aquí ya se me va la mano, porque yo soy excesiva, no tiene remedio, tampoco eso lo tiene y escribo hasta las bragas con verborrea:

SI ESTA USADO
Y SI SOY PERVERSA
(UN POQUITO SOLO, MAESTRO)
¿Porque usted lo es, no?
NO SE PREOCUPE, yo no soy
nadie importante
LE ESPERO AQUÍ
--- y aquí va escrito el nombre de un hotmail----
(no le dejo el telf. porque
conocidos mutuos
lo tienen)
y le espero para
follar o beber
juntos tal vez...


Vamos, que yo me descojono, de verdad. Que me imagino ahora a un grafólogo, sí a Manuel en concreto, con este tanga en las manos haciendo ante un jurado uno de sus informes grafológicos para dictaminar mi salud mental: esas alternaciones de mayúsculas y minúsculas, las angulaciones y los arpones de las letras, los remates de las 'Es', el punto adelantado de la 'i', tan punto él, tan puntilloso, tan impuntual, las 'des' variadas y múltiples, a cada cual más descarriada y ninguna literaria que por los menos anote un tanto a favor de la creatividad( porque a ver, cómo se escribe eso en unas bragas), y luego las 'aes' de niña de escuela a la que aún no le ha venido ni la regla, eso en la dirección del e-mail para que no de lugar a confusiones, y las sinuosas 'eses' que convierten a la escritura en sobrealzada y me encierran, directamente me encierran. Entre su evaluación y aquello que le ocurrió a él conmigo... lo hacen. Vamos, sin dudar (y menudo ataque de risa más idiota que me está dando. ¿Seré esquizoide en serio como me dice Pedro O.?. Bueno, pero también me dijo que dejara de publicar nuestras conversaciones privadas y maldito el caso que le hice y que le hago... o sea que no sé porqué iba a tener que tragarme eso: esquizoide lo será él, que parte del tiempo es él y otra gran parte 'Alter'.

En fin, que no espero ni que me escriba siquiera (además es tan mayor que hasta es probable que no se le levante si lo intenta o no merezca la pena ni que se empalme, entre sus años y el alcohol...) pero tengo que hacer algo. No sé el qué, ni el por qué pero algo. Y luego les saco unas fotos aquí sobre el portatil y con la ventana del 'jardín' de fondo y las cuelgo en la red y aquí no lo hago porque no quiero colgar ninguna pero tú si me visitas las verás, seguro. Tú y ellas. Y luego me masturbo mientras veo algo que se llama 'Clausura' y me encanta la polla del padre negro, me muero por chuparla, y me limpio con las bragas y me acuerdo de Tomás y aquella fijación que tenía con la hermana 'santanosécuántos' del convento aquel al que le mandaron para hacerse el cursillo de encuadernación de incunables (eso me dijo) y que le costó el exilio del monasterio porque les pillaron a ambos con las manos en la masa y a él, en concreto, con sus bragas puestas. Y menuda cara que se le habrá quedado mi padre cuando haya ido a echar mano de la peli y haya visto que le he dejado el hueco y mi madre decía: 'Que no se te ocurra, que no se te ocurra andarle a tu padre ahí y llevártela porque ya verás...' Y yo que le digo muerta de la risa: '¿Ya veré el qué?. ¿Me vais a denunciar a la policia?'. Vamos hombre, si ya le robé aquella revista porno cuando tenía ocho años y no tuvo narices ni a preguntarme por ella y lo bien que me lo pasé yo con las porno-stars y la Nancy hasta que mi abuela se la encontró debajo de su cama y me la requisó. Y ahora que lo pienso, igual lo de mis muñecas fue una represalia...

ah sí les conozco

Pero no lo pude resistir y después de desmaquillarme y lavarme los dientes a las cuatro menos veinte le envié un nuevo mensaje:

'Si follas de maravilla quizás te llame...'

Y a continuación ajusté el despertador, apagué el teléfono, me tomé un mio-relax aunque sabía que no debía por culpa de esa botella de vino que me bebí íntegra durante la cena y enchufé la almohada eléctrica para tratar de hacer entrar a mis descarriadas vértebras en razón y me dormí con ella en la espalda pero a las seis de la mañana desperté encharcada en sudor y fue una suerte porque si no la quemadura habría sido más grave

Luego a las ocho y veinte sonó 'Rosas' de 'La oreja...'. Es la que me gusta para despertar y me costó un triunfo despegarme de las sábanas. Me encontraba como drogada y fue entonces cuando encendí el teléfono, mientras levantaba la persiana de la cocina y ponía el café sobre el fuego, sólo para darme cuenta al segundo de que llovía y de que por eso toda la calle estaba mojada, lo mismo que lo estaría la arena de la playa y de que el día era gris, y frío y muy húmedo y por eso mismo girar del cinco al cero el mando de la vitrocerámica para regresar a la cama porque en dos o tres horas la cosa no prometía ir a mejorar. Así que no iría a verte.

Una vibración en la mano. Debo haber desconectado el sonido de la recepción de mensajes en algún momento, es un mensaje del mismo número y leo y dice:

LASTIMA K SE T HAYAN ADELANTADO, LO MAS DIVERTIDO DEL CASO S K TNG MOVIL DE EMPRESA Y YO NO PAGO LOS SMS MIENTRAS VOSOTROS/AS OS HABEIS GASTADO 3SMS+1TANGA+1LLAMADA HA SIDO DIVERTIDO VER COMO MALGASTAIS EL DINERO PARA K L TIRO OS SALGA X LA CULATA

Eso fue a las 4h03' de la madrugada y deben ser las ocho y media cuando yo termino el mío y lo envío; un mensaje que el teléfono ha tenido que partir en otros tres.

Yo n me quiero casar contigo, ya estoy casada y tampoco se quien eres exactamente asi que tampoco se si quiero follar o que eso ocurra... lo importante era no herir sentimientos no el dinero y este tipo de respuesta solo puede darla un espectro, como los llama una ''amiga''... yo te hubiera dicho que soy B+. Cuídate y cuida d tu empresa porq menuda decepción

Y me deslicé de nuevo entre las sábanas, eso sí, después de arriesgarme con un Neobrufen600mg y luego cerca de las once él me despertó y ahora es cuando me he dado cuenta de que tengo esa quemadura en la espalda y por el espejo del baño he visto que no tiene demasiado buen aspecto y por eso la he pintado como cinfacromina y una gota roja que se me escapó casi me alcanza las bragas, que hoy son de color crema y he pensado que las próximas las voy a escribir así, con tintura de yodo. Sí, las compraré por docenas e iré dejándolas caer por todas partes... tal vez así un día llegue a tener suerte realmente.

a causa de su mala conciencia

hace unos minutos tomo ese teléfono para apagarlo a veces lo hago y veo que he recibido un mensaje a las dos menos diez cuando ahora son las dos y cuarenta y dice ENCONTRADO TANGA CON TU NÚMERO DE TFNO ESCRITO EN EL N CERVECERÍA XXXXXXX SI S TUYO PASA A RECOGERLO Y SI NO TEN MÁS CUIDADO D A KIEN LE DAS TU NÚMERO DE TFNO y he intentado contestarlo pero no sé por qué no puedo hacerlo y he llamado y me contesta una voz de hombre y no le hablo y no distingo quién es y sigo sin entender por qué no puedo enviar ese maldito mensaje pero se me ocurre otra cosa y por qué no utilizar mi número de teléfono habitual y entonces le envío uno dónde le pregunto cual es su grupo sanguíneo y eso al parecer si que puedo hacerlo

bien quién fue la primera persona en el universo

La cisterna del baño ahora tiene vocación de corno inglés.
Y mis bragas no son de color crema. Eso me ha parecido por la luz de las bombillas pero luego al mirarlas en la cocina cuando el vendaval arrecia y arrastra en remolinos las hojas caídas de los platanos de sombra me di cuenta. ¿Tú sabías que alguien le compuso una especie de homenaje a tal árbol?. A mí me encanta escuchar a Olga Borodina en 'Ombra mai fu' del 'Serse' cómico de Händel (opera ''no seria'' porque Xerxes al parecer es un rey bastante estúpido).

Las bragas que llevo puestas son de color limón desvaído y no he recibido más mensajes. Aunque creo que en algún momento habrá una llamada que contestaré con mi voz de siempre, que desde luego no es una voz de mezzosoprano. Diré: ¿sí?, y no sé lo que sucederá luego. No me creo que esa persona que tanto pánico le tiene a las burlas de los otros no tenga siquiera una pequeña curiosidad 'oculta' por saber quién soy. Además ahora me interesa el doble conocer su grupo sanguíneo.

Y luego converso con Peiper ( Peiper por un tal 'obersgrupenfhurer Joachim Peiper' que fue general o comandante durante la segunda guerra mundial) o con Deivid, que es más como le gusta que le llamen. Y como hemos estado hablando de nombres y estrellas le pregunto qué nombre me pondría a mí si tuviera que renombrame en esta tarde y me dice que Vega, porque es una estrella cercana a la tierra y a él le da la impresión que sus aficciones y las mías están muy próximas. Pero Vega es una estrella blanca, y muy brillante, y es dos veces y medio mayor que el sol y arde con cincuenta veces la energía de éste. Y tal vez por eso yo preferiría llamarme Betelgeuse porque me atrae más el rojo que el blanco y Orión suena más masculino que la constelación de la Lira y además Betelgeuse es la 12ª estrella más grande del cielo y yo nací en el mes doce y sorprendentemente la nebulosa de Orión es la imagen más bella que dice haber visto Peiper. Y cuando le pregunto que es lo que más le gusta de las estrellas, me dice que le da mucha curiosidad ese momento en que una estrella implosiona formando un agujero negro, que le gustaría mucho saber lo que ocurre allí y yo le digo que antes implosionaba así y que tal vez podría contarle algo sobre eso, pero se lo he dicho de una manera irreflexiva, casi automática, sin meditarlo y cuando me pide que se lo cuente tengo que responderle que no sé, que el dijo aquello y me recordó que yo lo hacía y que a mí lo que me interesa es la existencia de los agujeros negros, que lo llame casualidad si quiere y le digo que busco aprender acerca de ello y entonces él me pregunta que si he leído 'El universo en una cáscara de nuez' de Hawking y no, no lo he leído pero le aseguro que si es interesante (y asequible para mi mente) me lo compraré

Y en la pantalla, cuando se desvanece el lobo que aulla a la luna redonda de oropeles e invierno, aparece una foto suya en la que me recuerda a Alfredo, y Alfredo fue el primer hombre que me habló de las estrellas sobre la arena diurna de una playa, en el estío de un pleno sol, y el primero con el que sentí que uno cuando habla con otro puede sentirse como si hubiera bebido vino aunque no lo haya bebido... mareado y alegre, y calor. Y me dice que le gusta la mía, que esa mujer de espaldas y carnes desnudas y sus collares que se sienta a horcajadas sobre la silla de terciopelo, o sea yo, le resulta erótica pero también que no distingue si lo que lleva son medias o botas. Y yo le digo que medias, que son medias negras que es en realidad lo que él encuentra erótico y entonces le cuento que me hice la foto para dibujarme pero no porque sea modelo, como él me pregunta, ni nada parecido sino porque yo quería un dibujo y la persona que debía hacerlo no supo hacerlo como yo quería, y que entonces lo hice yo y que no me gusta dibujar pero lo que si me gustó fue pintarlo con sombras nacaradas de ojos: amarillas, malvas, fucsias, verdes, ocres, marrones e inventarle tormentas, y vasijas con espíritus malignos alados y columnas griegas con capiteles que no existían más que en mi interior... y que terminé por fijar con laca de cabello, manos y más manos de laca que yo dejaba secar hasta que el olor del que se impregnó todo el cuarto me mareaba y me recordaba a aquel Alfredo que se había ido tan lejos y con el que hablar era como beber vino y sentir calor. Quería regalarle aquel díbujo y el relato de nuestro verano.

por qué por qué

Abrí esa página dónde declaro que quiero conocer gente interesante que o bien folle de maravilla o bien se haya leído el 'Ulises' de Joyce y me lo cuente como un cuento y me encuentro con un correo de Roger que dice que soy fantástica y que le gustaría follar conmigo pero que prefiere que le llame yo a él y me facilita un teléfono móvil para que lo haga 645 80 57 90 pero eso no es lo que yo prefiero y me preguntó por qué ese ''tipo'' piensa que soy fantástica, ¿acaso por qué miento o me invento cosas? ¿o fantástica será un sinónimo de estupenda? y entonces lo que es, es una solemne estupidez puesto que Roger no me ha visto en su vida y desconoce cómo y quién soy en realidad y por eso mismo es él quién se las inventa... y además me irrito porque no me gusta la gente que no sabe leer y no estoy hablando de saber leer cartas o libros sino de saber leer en todo lo que dice el Mundo y en ti especialmente cuando dices que no. Yo me había limitado a proponerles un juego, les dije: ¿Te atreves a llamar a ese número y conseguir así el número de teléfono que había escrito en esas bragas?. No me interesaban sus preferencias en absoluto y menos explicarle a nadie lo que hago con la primera y la última rebanada del pan. Pero bueno, ¿qué tipo de pregunta es esa?.

Y luego he llamado a Nora y le he contado lo que he hecho y ella me dice que no es muy ético haber dado por la red el número de la cabina y yo le explico que no me parece tan terrible, que sólo tiene que fijarse en cuanta gente lee, por ejemplo
el diario de Rachel
, y cuántos somos los que nos atrevemos a escribir un mísero y anónimo comentario. Pero aún así entiendo que ella lleva algo de razón y me comprometo a borrar parte de lo yo misma he escrito. No se trataba de molestar a nadie. Esa no era la intención

Y ahora abro otro correo y en éste me encuentro interrogantes tales como:

Si quiero saber más, ¿qué he de hacer?

¿Preguntar o indagar?
¿Jugar a sugerir, o mostrar?
¿Interesarte, intrigarte, seducirte...?


Pero a la vez me dice que hay demasiada gente predecible y yo estoy de acuerdo y tal vez por eso arqueo las cejas con cierto excepticismo no comprendiendo bien entonces el por qué... aunque lo que si me gusta es ser ''la propietaria'' de un blog inclasificable, como también me dice el mismo individuo porque a ver... a quién no le gustaría creerse eso y mientras, escucho a Sabina en 'el hombre del traje gris', cuando aprieta el frío y Nora me saca del error y me cuenta que 'C.' ayer no llevaba un traje de color marengo sino azul, azul marino y que procurará no pensar en nada hasta el viernes porque está comprendiendo en sus propias carnes que cuando se vive en la incertidumbre es mucho mejor no pensar, sobre todo para no sentir miedo y dejar así que las cosas ocurran. Y hoy he estado en el cementerio y tanto mi abuela como mi hermano se esperaban que gritase mucho, que gritase enfadada por todo porque no sé porqué maldita razón tengo que ir yo un sábado por la mañana a limpiar tumbas y mi madre incluso le advirtió a mi hermano: 'Tú oigas lo que oigas no digas nada y no te metas' y en verdad que crucé por las puertas del más pesimo humor y con los peores pronosticos pero cuando aquel tipo que era clavadito a aquel otro del bombín que se inflaba de hamburguesas en Popeye, me llevó hasta la escalera, un mostruo de acero con ruedas y yo intenté empujarlo y no pude y le dije al Wimpy con mono de ayuntamiento: ¿y cómo se supone que voy a moverla?. Y él mirándome como si no pudiera creerse que existieran las mujeres tan inutiles, levantó a la escalera por unas barras lo mismo que una carretilla, entonces me entró un ataque de risa, que fue empeorando con el impenitente ruido que hacía el endiablado artefacto al ser empujado cuesta abajo por aquella calleja y después cuando me quedé con los rebordes de mármol entre las manos y ya no te quiero contar lo de los gritos cuando comenzaron a brotar aquellas arañas rojas y gigantescas del interior del ''florero'' y así me pasé los siguientes 20 minutos riendo a carcajadas entre los nichos, poniéndome perdida de agua, disfrutando como una enana y mirando a mi abuela sentada allí con aquella cara de pocker que trataba de aguantarse la risa a duras penas, con el bastón en la mano, y que sin poder moverse daba gracias al Dios del cielo porque a pesar de los gestos de desaprobación que hacían los otros 'usuarios' que adecentaban sus tumbas en circunspecto silencio a nadie se le ocurrió echarnos del cementerio. Y luego sí, luego ya en casa si me lo dijo con cariño: 'Eres incorregible. No puedes evitar montar el jolgorio en todas partes, ¿verdad?'. Y yo pensé que a ella sí, que a ella si que debería de llevarle flores, de vez en cuando, al cementerio. Y vuelvo a escuchar a Sabina porque esta canción suya no la conocía y me está gustando:

Viajero que regresas
a esa ciudad del Norte
donde una dulce nieve empapa la razón
(...)
hablale de mi vida
las autopistas negras que atraviesan volvando mi terca soledad

(..)
los hoteles que un día quisimos compartir
los coches aparcados sobre nuestro recuerdo
(...)
dile que estoy parado al final de mi mismo
igual que un aduanero sin nadie a quién multar
como un autoestopista debajo de la lluvia
como la menopausia de una mujer fatal
y dile que la echo de menos cuando aprieta el frío
cuando nada es mío
cuando el mundo es sórdido y ajeno
que no se te olvide
es de esas que dan siempre un poco más de todo y nada piden

Cuéntale que la extraño y que me siento seco
(...)
igual que un perro a cuadros, igual que un gato azul
(...)
Y dile que la echo de menos
que no se te olvide

.

Un beso

luego van pidiendo a gritos un sacerdote cuando se mueren

Pero eso no creo que fuera lo que hizo Mauricio. Lo único que sé es que fue María quién se lo encontró muerto porque acabo de leerlo en el diario de Rachel y las escenas descritas son impactantes. Me imagino mejor el dolor de otros así pero sobre todo comienzo a sentir que no me cuesta comprender ya ni lo incomprensible, que lo que sea me parece lo más normal.

Y debajo de la tragedia escribo otro de esos comentarios sin comas ni puntos:

a modo de funeral irlandés por Mauricio por vosotras por ti esta tarde abrí un cajón y busqué un tanga uno malva o lila que no era nada cómodo y lo hice acordándome de aquello tuyo me gustó y vine aquí y agarré un bolígrafo de esos que pintan indelebles en color rojo y escribí mi número de teléfono móvil el de tarjeta sobre las bragas y las guardé en el bolso he hecho cosas parecidas otras veces desde muy joven pero siempre con papeles con escritos con cartas de eso que al parecer no es amor y sonreía sonreía durante toda la tarde lo que ocurre es que quería ir a un bar en concreto a uno donde hay un hombre que me gusta aunque los dos se parecen mucho y el que me gusta y yo nos miramos y fui al baño y primero arrojé las bragas en el de hombres tras la puerta pero luego me arrepentí y entré a buscarlas y me encerré en el de mujeres y me masturbé con ellas sólo para impregnarlas de mi olor y luego las até a la tubería de la cisterna y me tomé la cerveza y seguí mirándole de vez en cuando y él a mí hasta que se puso nervioso y nos fuimos pero no sin el teléfono de la cabina del bar y marqué el número ahora mismo y contestó él a lo mejor es un juego seguro que sí pero tal vez no besos

Y la tristeza de María me parece terrible pero yo no sé lo que es amar así, no con esa desesperación. Y me he acordado de la novela de Moix y del paroxismo de aquella reina por el Nilo y de Nol, sobre todo de Nol que fue quién me enseñó esa palabra y quién me dijo que las reinas lo eran, que eran paroxisticas y me pregunto que habrá escrito Mauricio en esa nota, y qué habrá pensado mientras la escribía e incluso que estarás pensando ahora tú. ¿Se pueden improvisar las despedidas?

.
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(...)

Tengo que ir a la peluquería mi pelo está hecho un asco y ya no conservo ni un sólo rizo. Sólo voy dos veces al año y lo detesto.

porque tienen miedo del infierno

En las primeras escenas se ve un pendiente en su oreja. Es una cruz.
Luego aquel cielo azul cobalto de horas próximas a la noche, que surca aquella bandada de pájaros que emigran hacia algún lugar y casi una hora más tarde este diálogo:

- Hay un número oculto en cada acto de la vida
en cada aspecto del universo
fractales, materia
Hay un número que clama por decirnos algo
¿Te estoy aburriendo? -pregunta él.

- No, no, yo... (tenedor que se alza al aire y sonrisa más por compromiso de no saber qué decir que de ninguna otra cosa y él que también sonrie y cierra los ojos hacia sí con esa bella incertidumbre de no saber pero creer en uno y en el otro, aún, mientras ella termina por decir...) ¡mm!, lo siento. (y entonces él sigue hablando y el cigarrillo se consume entre sus dedos)

- No sé, lo que intento explicarles es que los números son una puerta para entender un misterio que es
mayor que nosotros, el modo en que dos personas desconocidas llegan a conocerse... Hay un poema de un escritor venezolano que empieza: 'La tierra giró para acercarnos más/ giró sobre si misma y en nuestro interior/ hasta que por fin nos reunió en este sueño//

(Y ella sonríe y baja los ojos y se percibe que se siente un poco estremecida, que no es como cuando te habla alguien que no te importa, y le dice: - Muy bonito, y él continúa hablando

- Tienen que ocurrir tantas cosas para que dos personas se conozcan... En el fondo, eso son las matemáticas

Y me encanta lo que muestran sus caras durante esta conversación. Él intenta penetrar en ella, como sea, en su secreto pero con ternura porque ya lo conoce y ella... luego hay un plano dónde el sol se nos aparece entre las ramas de los árboles en invierno, entre esa enrevesada belleza que son unas ramas desnudas de hojas y él le pregunta mientras pasean:

- ¿Cuánto llevas nadando?

- Muchos años

- ¿Y no te aburre?

- No, es lo que hace que me sienta normal. Si no nadara o caminara o lo que fuera... me volvería loca

Y yo asiento porque eso es lo mismo que yo le diría a cualquiera que me lo preguntase a mí, sólo que para mí ese algo tan necesario para mi salud mental es esto, ahora lo es...

Y el otro día no terminé de contarte aquella conversación que sostuve con mi amiga después de que tú te enfadaras tanto conmigo pero ya no es importante. Sólo que ella opinó que yo había sido muy suave, que por una vez lo fui (me imagino que eso significará algo). Y dijo que sí, que había sido fiel a la realidad pero que no reproduje ni mucho menos la crudeza con la que ella te trató porque lo que hizo fue despellejarte: 'Lo despellejé', dijo; lo mismo que ya había hecho cuando yo de aquella me enamoré de ti y ella sólo te conocía de oídas. Y ahora ya ves, de poco más, ¿no?. Bueno, pues esa es mi amiga y así se ha comportado conmigo y con todos los hombres que han transitado por mi vida durante estos 16 años. En la primera crisis que se presenta Nora aprovecha la oportunidad y clava sus dientes con saña pero no te creas que lo hace conscientemente, no, o por lo menos no lo quiero ver así ya. Por ejemplo, el otro día, yo tenía mis motivos para sentirme dolida contigo, tú ahora ya sabes cuales y ella se cebó mientras yo sólo estaba desahogando. ¿Para ti no es necesario desahogar nunca?. Pues lo siento pero para mí sí. Y lo mismo hizo con Antonio y aquello a él le dolío, como a ti, y una madrugada mientras follábamos sobre la barra de su bar y yo estaba completamente borracha me lo dijo: 'Lo que siento es no estar a la altura' y claro, yo idiota de mí no entendí nada y me abracé a él llorando, creyendo y prohibiéndole que repitiera nunca más aquello, y no me enteré de la fiesta hasta el día después e incluso hasta mucho más tarde, hasta estos mismos días tal vez porque cuando me hablaba de daño, de tanto daño... yo era incapaz de comprender... y no era más que aquello, aquella frase de mi amiga que un buen día se le atragantó pero que en su caso era cierta: no estaba a la altura porque sólo era un hipócrita. Y ella fue aún más dura contigo después del miércoles y vislumbrando tu debilidad quería que mañana fuéramos las dos a verte para no dejar que nos olvidases y ahora sí, entonces sí decía sentir auténtico interés. Sólo que esta mujer no está tan loca para consentir que nadie la manipule hasta ese punto, quizás gracias a que escribe y se repite excesivamente ... y si me acerco en ningún caso se me ocurriría hacerlo con ella. Mañana al menos no. Así que ella debes saber que lo mantiene, lo que pensaba pero yo de verdad que ya no sé que pensar... te dije que te creo, que te creí cuando me dijiste que la querías y te creo pero tampoco dejo de creer por ello en otras cosas... bueno hasta mañana, si acaso

Y dejo aquí aparcados más versos que me he encontrado del mismo poeta venezolano:

AMANTES

Se amaban. No estaban solos en la tierra;
tenían la noche, sus vísperas azules,
sus celajes.

Vivían uno en el otro, se palpaban
como dos pétalos no abiertos en el fondo
de alguna flor del aire.

Se amaban. No estaban solos a la orilla
de su primera noche.
Y era la tierra la que se amaba en ellos,
el oro nocturno de sus vueltas,
la galaxia.

Ya no tendrían dos muertes. No iban a separarse.
Desnudos, asombrados, sus cuerpos se tendían
como hileras de luces en un largo aeropuerto
donde algo iba a llegar desde muy lejos,
no demasiado tarde.

EUGENIO MONTEJO.


Y luego me gustó la escena con el mismo anochecer azul cobalto dónde los pájaros regresan... 21 gramos, el peso de un colibrí, y eso también logro creerlo, hasta ahí...

que vayan primero a lavarse sus miserias

Es después que te marchas y me dejas sola cuando mi amiga me llama por teléfono. Antes ha habido una llamada pero la he contestado y nadie me da respuesta. Digo: ¿Sí?, ¿sí?, y pasan algunos segundos y luego quien fuera corta la comunicación. Alguien que sólo quería escucharme o inquietarme o tal vez asegurarse de que he llegado a casa o alguien sólo que necesitaba saber que yo no estaba contigo, que ayer después de irme no me había alejado contigo... con ese alguien que ni siquiera sabe quién es.
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Su voz está ronca. A mí se me tinta así cuando deseo. Por ejemplo cada vez que él me sube a su coche, es montar y los agudos de mi voz se desvanecen, los tonos azules y morados de la hipomoea y el fresco verde de sus hojas, y se quedan sólo los rojos que son como el burdeos del vino o de la sangre, rojos que huelen a matices de cepa y tierra y herida o a oscura granada y le ronco como un felino cuando me acerco a su oído y le susurro: ¿ves?, me he quedado ronca eso es que te deseo, lo mismo que ocurre cuando él se masturba para mí y me mira
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¿Estás comiendo?, me pregunta ella. No, mi voz no esta ronca como la suya está apenada, es una voz que siente deseos de llorar, o que ha llorado a lo largo del día
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¡Cuéntame!, me exhorta y su voz sigue ronca. ¿Cómo ha ido todo?, ¿mal?. Ni siquiera sabe que no nos hemos visto y menos imagina que no nos llegaremos a ver. ¿Qué te ocurre?
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Me ocurre que no me siento bien pero para que lo entendieses tendría que empezar por el principio. Es igual, cuéntamelo todo. Pues tuve un aviso de las vértebras de madrugada, había comenzado la crisis y por eso retrasé el despertador para descansar lo más posible pero me despertó una pesadilla. Soñé con mi abuela otra vez, el mismo sueño, mi padre y ella están sobre las cuerdas de silicona del tendal y se sujetan a las cuerdas del tendal del piso de arriba como si tuvieran los brazos muy largos, o el tendedero de los vecinos quedase muy próximo... a lo mejor es a la ropa, sí a las mangas camisas que cuelgan limpias y es de noche y mi corazón late muy deprisa porque está asustado y yo extiendo los brazos hacia mi abuela todo el tiempo para tratar de sujetarla pero no quiero tocar a mi padre, ya sabes por qué y mi abuela parece muy segura de si misma, como si despreciase el peligro y ríe y camina por el lado exterior, en realidad parece que los dos bailan sobre esa cuerda floja y yo no logro comprender que hacen allí, ese lugar que antes, hace muchos años, en mis sueños ocupaba yo, y entonces él pega un traspiés y trata de sujetarse a mí, que estoy por dentro de la ventana de mi antigua habitación, para no caerse y eso hace que ella se bambolee y pierda el equilibrio y yo me angustio mucho y trato de agarrarla por la ropa pero no lo logro y su falda se me escapa de las manos y ella con una cara de horror, de espanto absoluto que nunca le he visto, cae gritando al vacío y son tres pisos igual que en la realidad y yo miro hacia abajo y veo que está viva aún pero sufriendo mucho y en el jardín (es un barranco en el que ella cuando yo era niña plantó un jardín) no hay plantas, no están los árboles que podrían haber frenado la caída, sólo un paisaje de naturaleza muerta como el que dejan tras de sí los incendios y mi dolor es enorme, insostenible, mi dolor porque ella sufre y lo único que quiero es poder llegar hasta a ella y hacerla morir para que no siga sufriendo pero a la vez pienso que ella no es ningún caballo y que yo no tengo arma alguna en las manos, ¿cómo podría matarla?, y grito, grito con todas mis fuerzas porque creo que el dolor y el pánico me van a volver loca y entonces despierto.
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Y claro - me dice mi amiga - creíste que era un mal presentimiento. No, es mucho peor que eso. Seguí un rato largo, no sé cuanto porque mo miré la hora, encogida en la cama sobre mí y muy angustiada, ya sabes que yo emocionalmente dependo mucho aún de mi abuela, es mi debilidad, hasta que sonó el despertador, y entonces me forcé a tomar el teléfono y le envié un mensaje que decía: 'Estoy en la cama todavía, vienes?'. Un mensaje que finalizaba con una sonrisa que no existía ni en mi cara ni mi alma, si el alma acaso existe. Y no pasaron muchos mintutos sin que recibiera este otro suyo: 'Estoy en el tanatorio. Hoy no podré verte'.
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¿En el tanatorio?. ¿Pero en qué tanatorio?, ¿no te decía nada más?. No, y tampoco quise preguntárselo. Él nunca me ha contado nada y cada vez que le he hecho una pregunta personal me ha parado los pies. Le escribí lo que sentía. Sólo eso, lo que estaba sintiendo en aquel momento... entonces la pesadilla volvía a cobrar dimensiones de realidad y se lo escribí sin pensarlo siquiera, sólo lo que sentía: 'Me preocupas. acababa d soñar q mi abuela se caía d las cuerdas d tendal y se estrellaba contra el suelo.
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Y ahora sé que hice mal, ¿qué clase de mensaje es ese para un amigo que te envía uno como el suyo?.
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(Voy a dejar esto aquí ahora un rato... luego sigo)

por qué no se ponen a crear algo le preguntaba muchas veces al ateos o como se llamen

¿Qué puede haberte dolido de mí?, me pregunto, ¿por ejemplo, entre otras cosas que ya sé, el título que le di al comentario anterior?: 'No daría ni el blanco de una uña por toda su ciencia'. No sé si te has dado cuenta pero yo aquí sólo estoy siguiendo el curso del final del monólogo que Joyce puso en boca de Molly Bloom. Lo sigo como un guión. A lo mejor te duelen las cosas porque no las entiendes, ¿te lo habías planteado?. Pues a lo mejor sólo te duelen por eso y ni siquiera son tan malas como te lo parecen. Y sí, te digo que lo siento otra vez si quieres y te lo repito tantas veces como lo necesites, ¡ah no!, perdón, me disculpo es verdad que tú no necesitas nada de mí: me lo creo, pero eso tampoco va a arreglar nada, quiero decir que a mí no va arreglarme por dentro, ni a ti a satisfacerte. No hay nada importante que repararar, ¿no es cierto?. ¿O estoy equivocada y la vanidad lo es?. ¿Es importante para ti la vanidad?. Es tan importante que cuando alguien que te quiere bien, porque sí, hoy por la mañana me he dado cuenta de que me importas, te dice que lo siente, que siente haberte hecho daño, eso no significa algo más importante para ti que un maldito ego herido?. Algo que ni siquiera eres tú porque yo quiero creer que eres algo más que eso, que el irrespirable vacío. Y me parece que quien sale perdiendo soy yo. Me he mostrado tal cual era, sin tapujos y tú me has rechazado porque dices que no te gusta mi forma de actuar contigo.' ¡Ahh! (y suma a ese 'ahh', por favor, un matiz de disgusto) ¿Pero qué forma de actuar contigo si lo único que he hecho es no ocultarte nada?. Tú querías saber y yo pensé en serte fiel de esa manera, en arriesgarme por ti. Me lo dijiste. Dijiste: 'daría lo que fuera por saber que era lo que hablábais de mí las dos allá arriba?. Y desde entonces he venido contándotelo todo, casi a diario. ¿Por qué no me engañaste?, ¿por qué no me lo matizaste?, ¿por qué no me dijiste por ejemplo, como todas esas gentes que acuden a la consulta de un cartomántico o a un quiromante?. 'Quiero saberlo todo pero no me diga lo malo'. Y yo lo habría tenido en cuenta y te habría rechazado yo primero, como a ellos, lo mismo que a ellos, a esos cobardes que quieren burlarse del futuro pero no pagar los tributos, o también habría sabido de inmediato que tú eres de esos a los que sólo les gustan las relaciones estáticas, las relaciones basadas en la mentira. Lo contrario del erotismo, de las relaciones de crecimiento. Y entonces a lo mejor no te habría contado nada o te habría mentido, tal vez si hubiera sabido que eso era un requisito esencial para ti lo habría hecho porque me gustabas mucho, y porque me habría gustado conservarte y convertirme en una parcela insignificante, más pequeña incluso que lo minúsculo, aunque una intensa como deseabas pero no me dejaste elección. Me dijiste: 'Quiero saber las cosas de forma contemporanea...'. Te cito textual. Y yo te expuse mis dudas. ¡Adelante!', repetiste ¿o no fue así?. ¿Y yo que te expliqué?. Te dije: No, no sé si confío tanto en ti todavía. Y tú me replicaste: 'No tienes por qué confiar' e insististe en que te contara, ¿o no fue así?. Me repito. Vale, no digas nada. Acúsame de hacerte daño solamente y quédate si puedes con tu conciencia tranquila, porque yo esta vez la tengo y eso te lo certifico. No sé, no entiendes las cosas como yo las cuento, las entiendes como te hacen sentir a ti más seguro, y así no se vale, a si es muy difícil atinar, así es venderse, ¿no lo comprendes, verdad?. No venderse a alguien, a una mujer, a un hombre, a un estado, a quien sea, no, es venderse a la mentira. Me temo que leíste mal y lo confundiste (ah y te aseguro que aquí no me estoy disculpando; te estoy haciendo ver que tú también estabas equivocado). Por ejemplo, ya sé que no me has pedido nada pero a mí me gusta dar. Otra manía, desde que tengo uso de razón le vengo regalando libros a mis amigos, o a la personas que voy conociendo y que me dejan huella. Por ejemplo a ella, a la niña, ya llevo varios y mira tú qué tontería tenía que regalarle como fuera 'El mundo de Sofía' y sólo tiene 10 años y sólo porque yo quería escribirle una dedicatoria mía en él para cuando se hiciera mayor y su infancia se nos hubiera ido y luego para compensarla por eso, porque a quién se le ocurre regalarle a una niña un tocho como ese sin venir a cuento, pues le compré un cuento, 'El samovar' de Máximo Gorki y ese lo elegí porque Angeles me habló muy bien de él y las ilustraciones eran preciosas pero sobre todo porque hablaba de la soberbia y pensé que a las dos, que lo somos tanto, nos vendría estupendo leer lo que le sucedió a él, para aprender. ¿Tú no quieres aprender?, ¿ya te lo sabes todo?. Chico, que listo. Yo no, yo no atino, yo yerro, yerro siempre, por ejemplo hoy, contigo, porque desconocía que eras tan frágil, y te sobrevaloré creyendo que eras más fuerte y que estabas más por encima de algunas cosas: ¿por qué en resumidas cuentas a ti que te tiene que importar lo que los demás pensemos de ti?; eres tú quién tiene que estar satisfecho consigo mismo y sobre todo te fallé por no ser una experta en ti y por eso no supe como hacerlo bien todo contigo y no herirte, y por eso mira, sí lo siento pero hay una cosa que no te dije y que es mentira, y además fíjate no la entiendo yo, ahora, personalmente: ¿de dónde te has sacado eso de que tú siempre has estado para mí cuando te necesité?. Hoy, hoy sí es el primer día que te necesito y ya no estás aquí, que te necesito de verdad. Pero no te preocupes puedes seguir engañándote y creyendo que alguna vez hiciste algo por mí. Yo no te voy a cobrar ningún impuesto revolucionario por ello, tranquilo. Un beso.

no daría ni el blanco de una uña por toda su ciencia

Me desperté bastante antes de que sonara el despertador. Hoy quería levantarme lo más tarde posible para evitar sentir el dolor y el atenazamiento de las vértebras desde muy temprano, hoy íbamos a vernos. Tengo un síndrome pero aún no me han diagonosticado si es Ehlers-Danlos o hiperlaxitud. Basta que te diga que las crisis son horribles y el malestar cuando comienza se torna insoportable y hoy era el día que íbamos a vernos por eso retrasé el despertador. Pero sufrí una pesadilla y cuando la vi muerta en el suelo me incorporé en la cama sobresaltada. Había sido sólo un sueño y me 'engurullé'(creo que tú sabes lo que es, asturiano... Alma lo dice cuando me ve hecha un ovillo por alguna parte y triste, como encogida sobre mí en posición fetal, como si me diera pena o algo así haber nacido pero no sé si es una de esas palabras que ella se inventa). Y trataba de olvidar las escenas que había presenciado desde la ventana de mi sueño. Yo soy muy sugestionable (a pesar de lo excéptica que me he ido haciendo para casi todo) y me parecían un mal presagio, y pensé mucho en si llamarte o no. Me apetecía verte, eso que quede claro pero no me gustaba estar sintiendo todos esos pensamientos negativos, devaluadores, que se paseaban por mi cabeza como una noria. Arriba el vértigo, abajo cierto sabor amargo de decepción, como una losa. Y los sentía como pasos, como si alguien caminara por el piso superior de la cama donde me encontraba. No sé, tal vez ese vecino loco que es mi vecino, un día te escribo sobre él y me comportaba como si nuestra cita ya hubiera sucedido y tuviera un hecho puntual del que quejarme. 'Puntuable' y esto es sarcasmo. Prejuicios, como los detesto. Pero en realidad no era tan extraño. El lunes cuando me conecté tenías el estado ausente y lo tuviste mucho rato y luego te fuiste sin despedirte. Y a mí me gustaba eso otro que hacías, eso de sólo conectarte un minuto aunque fuera para decir que te ibas, sólo para saludar. Y oye que no digo que tengas que hacerlo, uno debe hacer sólo aquello que le apetece ... lo que digo es que me gustaba, que me parecía un detalle y que si yo no lo hago, la mayoría de las veces, es por no molestar; aunque otras no, otras sólo es porque ando con los cables cruzados y no me apetece. ¡Jo-der que mal me siento ahora!. Son las once menos cuarto de la mañana y sigo preocupada por ti. Y ayer llegué pronto a casa pero me apeteció más hacerme la cena y sentarme un rato delante del televisor mientras me la terminaba. Las noticias: videos sobre atentados que destilan un odio inexplicable y suicidios colectivos de terroristas islámicos. Y cuando eso acabó comenzaba un partido en la tele. Me imaginé que era lo que tú verías, así que no me sorprendió no encontrarte y ni siquiera demasiado tampoco verte al final del primer tiempo o después antes de que empezara la película. Nos quedaba el teléfono para concretar, ¿no?. Y a lo mejor tú también querías probarme, tal vez querías averguar si en verdad me apetecía verte o no y cuánto. Hablamos mi amiga y yo (menuda presión en la espalda, así que menos mal que al final no vienes). Como te decía llamé a mi amiga y hablamos ella y yo de ti, de ella, de Julia una mujer que se muere... y de cómo algunas muertes... inclusive le rapiñan lo poco de humano que le queda a uno. Incluso le cuento que he tratado de comprarte un libro y que lo único que he visto por todas las librerías es el de Sampedro 'Cartas desde el infierno' pero que no lo compré, ni para leerlo nosotras y eso que era lo que quería hacer hace un mes, cuando el libro aún no figuraba en los anaqueles de ningún escaparate. A ella tampoco le extrañó que no ''aparecieses'': 'Querrá mantenerte en vilo. Es sólo una puesta en escena, lo mismo que las tuyas'. Y no me preocupé, allá tú, allá mañana, allá yo misma. ¿Ves?, hasta ese punto he perdido el contacto con mis propios sentimientos pero luego me dio por repasar la conversación con Bahía y fueron saliendo cosas de mí que ni siquiera reconocía que las sentía. Y al final ella y yo terminamos hablando de muertos y de pesadillas. Luego me acosté sin ni siquiera dignarme a lavar los cacharros que se amontonaban en el fregadero: dos servicios de la comida y dos de la cena y la cocina estaba toda hecha un asco. Y decía como para mí: ¡Ay dios! no dejes que ocurra algo irreparable. Y sinceramente no creo que se lo dijera a Dios, o a ningún otro dios, porque yo pienso que no creo en él, en ninguno, y que es sólo una forma de expresarse. Yo creo que se lo imploraba a tu interior, y desde ese lugar que hay en mí que es como un pequeño templo o una hermita recondita en el bosque, en la que a la oscuridad sólo la sesgan o la vence la llama de unas velas y allí estamos yo, únicamente yo y el silencio . Y esa es mi religiosidad, lo mismo que creo hay de sagrado en cualquiera.

para aquellos que dicen que no hay Dios

Ella se llama como se llamaba mi bisabuela y me dice :'Me encantaría acercarme a él y darle un abrazo pero no puedo hacerlo, es como si el corazón no me dejara respirar y necesitara dejar de mirarle para recuperar mi estado natural. Y yo le contesto: el miedo, eso es el miedo, el miedo al rechazo, siempre será así de fuerte, siempre que haya sentimientos... Y ella prosigue: 'pero no sé... algo dentro de mí me dice que no me rechazaria ese acercamiento porque noto en sus ojos que siente lo mismo que yo, ese miedo y yo no lo rechazaría... Y yo me callo y sólo escribo unos puntos suspensivos porque ante eso hay que callarse, ante lo que uno no sabe y ella vuelve a escribir, ha comprendido mi silencio y el miedo sigue hablando por su cabeza: 'no creo... me quedaría tan paralizada que más bien estaría abrazando a una farola'. Sigue siendo miedo -le digo ahora que lo tengo todavía más claro-, y más miedo, el miedo más grande que hayas tenido en tu vida. 'Es mi único miedo' dice la chica. Yo hoy subí a ver a ese hombre que amo, y si yo lo hago no sé por qué no puedes hacer tú lo mismo. Yo también tengo miedo, tanto como tú pero sé que es miedo y lo que me lo provoca. Ella: 'si, eso siempre lo he pensado de ti cada vez que te leo... ¡ojalá yo pudiera actuar así pero amiga, no puedo. Yo voy, le busco, cruzo calles que él frecuenta pero si por casualidad tengo suerte me bloqueo. Entonces le digo: hay que estar mentalmente preparada y saber qué es lo que quieres hacer, ahí no se puede improvisar: ¡QUIERO LLEGAR HASTA AQUÍ!. Y lo cumples como un objetivo pase lo que pase... tiempo a caerse de la nube siempre hay. Yo fui porque desde el lunes pasado no les veo y necesitaba saber que estaban bien y que él supiera que sigo preocupándome por ellos. Entonces me coloco en una esquina que no tiene ningún otro fin, sólo el de verle y él lo sabe. Hoy abrí las piernas, las separé y mientras esperaba me daba golpes con una mano en el muslo para sentirme porque parece que me voy a quedar convertida en piedra. Y ella que me escucha habla: 'si, te endurece completamente hasta el punto de que no te sientes'. El miedo es una coraza y eso supongo que es una sentencia.
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Y luego ella cambia de tema y me habla de otras historias y de algunos huecos. Historias de deseo, de ausencia de deseo, de carencias, de cómo una un día, otro día, se deja ir y arrima su cuerpo porque tal vez no desea pero lo que si necesita seguro es afecto, porque creo que todos sabemos que la mayor parte de los seres humanos padecemos una hambruna como de postguerra de ternura y afecto
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Y yo en ese momento decido que saldré a la calle a comprarte un libro para tener un regalo que hacerte mañana. Sí decidido, será esa 'mujer desnuda' de Lola Beccario porque me ha gustado ella respondiendo a la entrevista que le hacen, aunque ignoro cuanto tiempo ha invertido en pensarse las preguntas. A mí lo que me fascina de la gente son sus reflejos. Eso me engancha, que se perciba una dinámica o no, o el choque brutal con tus ideas entonces sabes que no, que por ahí lo que es ... es una pérdida de tiempo. Y primero lo leeré yo si me dejas. Te diré algo así como: 'Mira te he comprado este libro pero no me gusta regalar ninguno que yo no haya leído antes'. Te explico: pretendo mearlo como hacen los canes con los postes de la luz y las ruedas de los coches, marcar el territorio, dejar mis olores sobre él, delimitar hasta que punto soy yo y hay cosas de mí en él o eso no tiene nada que ver conmigo. Y entonces no te lo regalo, se lo regalo a cualquier otro pero no a ti. Es como una manía aunque por suerte no encontré ese libro, no lo encontré por ninguna parte y tampoco los otros por los que se me ocurrió pensar en su lugar... y es que para ti no quiero ser un perro, para él, para ya sabes quién no me importa pero para ti no, tú fuiste algo bello en mi vida, por completo desinteresado, como 'ellos' y por eso prefiero que se me caiga por una alcantarilla esta cargante dureza de tres al cuarto. Oye y si un día encuentro un libro de esos que son con los rozares que te hace con la cabeza mi gata, pues sí, entonces sí... ese te lo regalo porque no puedo envolverte el cariño de los minutos con el que te he sentido al menos una o dos tardes de mi vida, para que te trepe como una yedra por las paredes del recuerdo y cuando llegues a viejecito y las prioridades cambien de sentido o te cambien, entonces mires hacia esa casa del sendero, aquella que parece que pretende ocultarse en el bosque de los ojos de los hombres y la mires desde el paseo de cipreses y cualquier mañana me sirve. Un beso.
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primaveras y violetas eso es la naturaleza

y yo sólo sé que ya no quiero querer mucho a quien no puede quererme nada no tampoco es eso es a quien no quiere quererme nada era injusto por eso porque yo si quería querer mucho y brotaba y brotaba y creía que las flores y su estación no se agotarían nunca por eso el asiento trasero de tu coche está bien eso no es como que me regales un nomeolvides por eso la idea del hotel me aterrorizaba en el fondo si lo hacía pensaba en cosas banales como lo de negociar la factura como no ir a tener bastante dinero y cómo conseguirlo para pasarme a las filas del amor burgués ahora se folla tal día a las cinco y diez o a tal otra hora una vez al mes o cada dos meses para que no te acostumbres así que vete tomando conciencia de que tienes que abrirte de patas y poner cara de placer porque si no ni eso claro y luego viene lo de jadea como un perro y estate agradecida y yo cuando voy con un hombre quiero olvidarme de esas cosas quiero dejarme arrastrar por las cosas que ocurren pero nunca es así y por eso la idea del hotel a lo mejor también me aterrorizaba porque me daba miedo ir a sentirme agusto y cómoda y empezar a querer mucho a alguien que ya ha decidido de antemano que no va a quererme nada y fue por eso que te dije que lo prefería porque no quiero pensar en que después de todo vas a ser bueno conmigo y yo voy a dejarte jugar como un niño en mi patio

y todo género de formas y olores y colores brotando hasta de las zanjas

lo que había escrito aquí no lo he borrado pero como era mío y sólo mío y me pertenecía lo he requisado como si fuera tuyo y lo he arrastrado hacia otra zanja porque deseo que alguien que no eres tú ni soy yo ni quizás sea él ese él que tampoco es el hombre con el que me encontraré el miércoles lo lea y lo próximo que escriba lo que escribiré allí por eso mismo porque una vez le di las gracias por algo y él no entendió el por qué aunque me dijo que no me hacía una idea de cómo le alegraba saberlo y me cuesta escribir sin comas y puntos claro que sí claro que se me van los dedos cómo no va a costarme luchar contra la fuerza de la costumbre eso supone hacer un esfuerzo de algún tipo y por eso otro que me preguntas no soy yo pero le conozco e incluso en su blog hay algo llamado un pretexto que escribimos juntos sin que yo supiera que eso era lo que hacíamos y por eso quizá luego yo le robé sus ies singulares pero no porque sean suyas que ya las he visto por otras partes sino porque para mí suponen los números imaginarios de molly bloom te acuerdas de Leibniz las mónadas no se comunican entre ellas en realidad no lo hacen y yo veo así un poco lo de mis ventanas y a ver más cosas que se me quedan pendientes sí no no me pareció mal ahora sonrío pero sí algo te leí sobre el artista adolescente aunque esta idea se gesta en una primera conversación que mantengo a principios de octubre o finales de septiembre con un hombre sobre mi amiga cuando le explico porque he de llamarla como a N. Barnacle y yo antes de eso ni siquiera conocía la existencia de este capítulo final y de Molly Bloom porque lo único que conocía de la figura de Joyce eran sus sucias cartas de amor un beso cuando son las tres y veinte de la tarde del domingo 17 de octubre
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Intrigada por esa litografía de la que aquí se habla

"La donna mobile: Molly Bloom"
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Manuscrito, capítulo 1 de "Ulysses"
Por R.H. Moreno-Durán, en La Jornada Semanal (18-jul-99)

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La literatura del siglo próximo a terminar se caracterizó por la irrupción de la novela escrita por mujeres y por un interés de los escritores en manifestar los cambios sociales y culturales de la mujer a través de sus personajes femeninos. Aquí, Moreno-Durán inicia una serie donde rinde homenaje a las heroínas imprescindibles de la ficción del siglo XX: de Molly Bloom a Hedda Gabler y de Lady Chatterley a Lolita.
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El jueves 16 de junio de 1904 Molly Bloom no se levantó de la cama. A las ocho de la mañana su marido la despertó para servirle el desayuno y entregarle una carta cuya letra él reconoció como la de su amante. Casi dieciocho horas después, ella siente cómo Leopold Bloom, su cansado esposo, se tiende a su lado, le acaricia sus esbeltas postrimerías y entonces, en un lienzo de 25,000 palabras, esta Penélope de la modernidad nos informa acerca de sus orígenes, su vida familiar, sus sueños y compulsiones, sus gustos sexuales y su experiencia sentimental. Y también nos cuenta lo ocurrido entre ella y su amante, Blazes Boylan, con quien ha copulado ese mismo día en esa cama que ya forma parte de su identidad. En efecto, cuando Molly todavía se llamaba Marion Tweedy hizo trasladar la cama desde su Gibraltar natal hasta Dublín, con lo que incorpora a su matrimonio sus ensoñaciones eróticas de adolescente. Esa cama, además, cuenta con una plusvalía minuciosamente registrada por su propio marido al contabilizar uno a uno los veinticinco amantes con que la versátil esposa ha enriquecido la sociedad conyugal.
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Como si fuera su trono, Molly Bloom baraja sobre esa cama andariega los hitos de su personal cronología. Si es verdad que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, la cama de Molly la ha seguido desde su pubertad, con sus recuerdos y caprichos, con sus hábitos. Marion Tweedy, hija de la hermosa y enigmática española Lunita Laredo y del comandante inglés Brian Tweedy, nació en Gibraltar en 1870. La luna, bajo cuya inconstante aureola teje las 25,000 palabras de su discurso, es una persistente invocación a lo largo de esa memoria oral que es sólo un capítulo medular de su vida y ya está presente en el curioso nombre de su madre. El linaje lunar que Molly -apodo cariñoso de Marion, "esa española que se huele a sí misma''- hereda y perpetúa, traza una estela femenina a lo largo del libro, bien sea a través del nombre materno, bien en las reflexiones sobre el día de los hechos, o bien en las gravitaciones fisiológicas que el satélite ejerce todos los meses sobre las mujeres. En la cama, pues, comienza, reina y termina la dinastía de Molly y, más paje que esposo, Leopold Bloom la sirve en un minucioso y voluntariamente envilecido pacto. Aunque no hay por qué sorprenderse de esta actitud, pues todo lo que hace referencia a este peculiar Ulises está signado por lo doméstico: alimentación, defecación, ensoñación sexual: todo está, igualmente, vinculado a la presencia lunar y femenina -sea Molly o la mujer en general- y preanuncia la eclosión final, también indisociable de ritos gástricos y flujos periódicos, acompañados de una bien surtida coprolalia así como de tórridas especulaciones sobre la vida. Lo confirman la delectación con que Bloom husmea en las intimidades de la pubescente Gerty MacDowell en la playa y las ceremonias anales con que honra los atributos posteriores de su bien dotada mujer. Y ella lo sabe.
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Dos elementos más subrayan la atmósfera del recinto conyugal: la presencia de una gata y el cuadro "El baño de la Ninfa'', una litografía a color cuyo título evoca dos referencias femeninas: su hija Milly, que a pesar de sus quince años ya sigue los pasos de su madre y coquetea con un sujeto llamado Bannon, lo cual recupera nuestra atención sobre la adolescencia de la propia Molly. Tanto ella como su hija se refocilan con individuos mayores, con lo cual esta recursiva y bien experimentada dama ratifica algunas de las características que definen la naturaleza de la mujer liberada de nuestro tiempo: la precocidad sexual y la perspicacia psicológica, la falta de escrúpulos y su perturbadora y contagiosa amoralidad.
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Molly Bloom vive en sí misma -y así lo expone su monólogo- dos formas de comportamiento femenino: la niña sexualmente imaginativa y la adúltera incorregible. Y si se invierten las edades descubrimos que Molly Bloom culmina el proceso de la mujer que se emancipa a través de la relación extraconyugal -tema recurrente en la novela burguesa del pasado siglo- al tiempo que con su temprana experiencia y la de su hija, inaugura para el siglo presente el reino de la nínfula. Dueña de dos tiempos, la rozagante y hermosa mujer que concilia en su ser el calor mediterráneo y la imaginación celta, se convierte en la más inquietante de las metáforas de lo femenino merced a la triple alianza de sangre, luna y palabra. "Y he aquí que en el día decimosexto del mes de la diosa de ojos de vaca y en la tercera semana después de la festividad de la Santísima e Indivisible Trinidad, estando entonces en su primer cuarto la hija de los cielos, la virginal Luna...''
De ahí que la versátil experiencia vivida a plenitud el 16 de junio de 1904 se convierta también en una rica iconografía explotada sin cesar por la narrativa moderna y entronice a Molly Bloom como el más fascinante personaje femenino de la novela del siglo que ahora muere.
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y todo el lindo ganado andando por allí

estoy con él en la cama y dice que no me folla si no te digo que eres un hijodputa aprovechado y que con su mujer sólo vamos a follar él y yo cuando él lo diga te quiero y estas dos últimas palabras escritas entre paréntesis sobre las siete menos cuarto de la tarde de hoy mismo cuando justo ahora dan las nueve

que bien le haría al corazón ver los ríos y los lagos y las flores

No hay nada comparable a un hombre, te digo y tú respondes yo creo que una mujer. Pero ¿una cualquiera, todas las mujeres, o alguna en concreto?.... con lo último tal vez estuviera de acuerdo. ¿Sabes?, al final no te conté que era eso que había recordado. Ninguna cosa importante te dije. Te ibas a ver un partido por la tele no sé con quién. Volviste a decirme que tenías gente en casa, ¡qué distintos somos!: aquí nunca hay nadie. No, y porque yo no lo quiero. Quiero esta paz, esta bendita paz y soledad que se respira entre el polvo. El polvo no me molesta, no me ofende, la gente sí. Curioso, a mí abuela le ocurre un poco lo contrario: detesta el polvo y si por ella fuera se pasaría la vida limpiando y rodeada de sus seres queridos pero se encuentra sola, muy sola y la soledad le pesa.
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El caso es que ahora comprendo porque nunca me masturbo en la ducha, porqué dejé de masturbarme. Fue por mi abuela. Después de que me dijera tantas veces que si seguía haciéndolo terminaría por darme cáncer, que los médicos decían que eso era muy malo. Yo tenía la costumbre y ella debía de sospecharlo y le preocupaba. Esta noche he tenido un sueño muy extraño con mi madre (tal vez era mi madre la que trataba de amedrantarme con el tema o las dos que por una vez lograron ponerse de acuerdo para algo). Y fue un sueño indecente sólo que a estas alturas mi mente ya está equipada para hacer frente hasta al pensamiento más inaceptable, o al menos eso creo. No me asusto con facilidad ni de mi misma y hay muchos contenidos míticos metidos en mi cabeza por si llegara el caso. ¿Que a qué me refiero? estarás preguntándote. Pues verás una vez leí un libro de Marie Luise Von Franz y en el contaba que Jung le diagnosticó a una mujer una psicosis futura. Bueno, sé que no te lo estoy explicando bien pero ahora es imposible que contraste ese testimonio. Resulta que ella era profesora en la universidad y un día dando sus clases se volvió loca y trató de lanzarse por la ventana. Había sufrido el brote psicótico que Jung había 'pre-visto'pero los dos habían trabajado mucho con los sueños y los mitos y ella se había preocupado de adquirir una sólida cultura a nivel simbólico, y así fue como los propios contenidos de su sique la ayudaron a superarlo desde el interior.
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